🚀 12 Reglas de Oro para Crear Proyectos Tecnológicos
¿Estás listo para transformar tu forma de liderar? Estas 12 reglas están diseñadas para retarte, inspirarte y ayudarte a navegar los desafíos reales que enfrentan los líderes tecnológicos hoy.
1. El fracaso no existe, solo resultados diferentes:
Es fundamental entender que lo que enfrentas no es más que un experimento que no necesariamente tiene como resultado lo que esperas. El fracaso no existe; simplemente hemos establecido unos KPIs distintos a lo que obtenemos. Cada resultado es una oportunidad para aprender y ajustar el rumbo.
2. Rodéate de talento
Tener gente talentosa a tu alrededor es esencial. Establecer tu marca personal es importante, pero también lo es crear alianzas con personas de diversos ámbitos. Gente que te aporte nuevas perspectivas y formas de ver la realidad. Incluso aquellas personas que, en apariencia, tienen un nivel menos experto, pueden ayudarte a simplificar los desafíos.
3. La tecnología es una herramienta, no un fin
La tecnología es un medio, no un objetivo en sí mismo. Esto implica que debes probar muchas cosas, experimentar y jugar con herramientas que llamen tu atención. No es necesario que seas un experto en todo, pero sí que sepas por dónde empezar a probar tus ideas.
4. Divide y vencerás
Al enfrentar un reto, no te precipites. Tómate el tiempo para analizarlo, hazlo tuyo y divídelo en fracciones más pequeñas. Desde un punto de vista humano, no te enfoques en las técnicas de forma inmediata. Si lo haces, podrías limitarte a una tecnología específica, lo cual podría ser un error.
5. Establece tiempos claros
Este punto es complicado cuando no tienes experiencia en la gestión de proyectos y personas. Aquí es donde entra en juego la importancia de tus contactos. Tu red de networking debe trabajarse con preguntas clave sobre cada parte del proyecto.
6. No te estanques
No te detengas demasiado tiempo en una fase del proyecto. Si ves que hay una desviación de más del 50% de lo previsto, analiza si puedes dividir las tareas, coméntalo con tu equipo y pide ayuda a otros expertos. Recuerda que la arrogancia es una mala compañera en los desafíos tecnológicos.
7. Aprende de cada fase
Aprende de cada etapa, especialmente de lo que no salió como esperabas. Estos aprendizajes te ayudarán a mejorar en la próxima iteración de tu trabajo.
8. Maneja el estrés
El estrés es inherente a tu posición. Todos esperan que seas un superhombre, pero la realidad es que debes tener una rutina para desahogar tus sentimientos y mantener el equilibrio.
9. Comunica de manera efectiva
No esperes a que el CEO o la mesa directiva te convoquen. Búscalos y hazlos partícipes de los avances, tanto los buenos como los malos. Presenta resúmenes de no más de 5 líneas o 3 gráficos, algo que les lleve como máximo 3 minutos de su tiempo.
10. Sé flexible en la toma de decisiones
Tomar decisiones es complejo. Leerás muchos libros, desde Maquiavelo hasta autores más humanistas, que te dirán que lo más importante es la parte emocional de las personas. Sin embargo, cada reto puede requerir un enfoque diferente. A veces tendrás que ser severo, como lo recomienda Maquiavelo, y otras veces empático, como sugieren las nuevas tendencias de gestión. Lo importante es ser flexible.
11. Acepta que no siempre serás el héroe
Una de las últimas máximas que no debes olvidar es que siempre serás el «malo» en la historia de alguien. Eres un puesto de mando, creado para guiar y ayudar al proyecto a crecer. Muchas veces no entenderán tus decisiones, pero si están tomadas con análisis y cuidado, no te dejes agobiar por las críticas de quienes solo ven la punta del iceberg.
12. Ama lo que haces
Por último, recuerda que, como para mí, lo más importante es el amor por crear y ayudar a las empresas a alcanzar sus metas, haciendo suyos sus objetivos y disfrutando cada paso del camino. Si esto no es así, y sientes que es una carga que no puedes soportar, déjalo. No vale la pena sacrificar tu salud. Hay más proyectos y más oportunidades para otros CIOs y CTOs. Lo importante es estar donde decidas dar lo mejor de ti, y para eso es indispensable que ames lo que haces.